Alcazaba de Málaga.

El monumento más visitado de Málaga, esconde multitud de secretos en su interior. ¿Conoces su historia? Aquí te la contamos, hasta el último detalle.

Historia de La Alcazaba de Málaga.

La historia de Málaga se remonta al siglo 8 a.C., cuando los fenicios fundan una colonia comercial llamada Malaka, a los pies de la ladera sur del Monte de Gibralfaro.

Desde entonces, han sido muchas las civilizaciones que se han asentado en estas tierras. Cartagineses, romanos, visigodos, etc. Pero si cabe destacar a una de estas civilizaciones, sin duda serían los musulmanes.

Los musulmanes penetraron a la Península Ibérica procedentes del norte de África, y llegaron a la ciudad de Malaka en el año 711, cuando un ejército derrota al rey Rodrigo, haciendo desaparecer la monarquía visigoda.

En el largo transcurso de ocho siglos en el que los musulmanes se asentaron en la ciudad de Málaga, esta pasó por diferentes periodos, que a continuación detallamos.

- Califato Omeya

En el periodo comprendido entre el 711 y el 755, Málaga entra a formar parte del Califato Omeya, al igual que la mayor parte de la Península Ibérica. Malaqa se encuentra bajo el mandato de un mismo Califa o rey.

- Emirato de Córdoba

En el 755 desembarca en Almuñécar Abd-al-Rahman I, y se proclama emir, iniciándose desde entonces el Emirato Omeya, que se sucede hasta el año 929.

- Califato de Córdoba

En el 929 se inicia el Califato de Córdoba. Los 100 años que dura el Califato es un periodo de prosperidad. Málaga recupera su importancia como ciudad costera, dándole importancia al puerto de la misma. La ciudad crece y ya se van formando zonas densamente pobladas.

- Taifa Hamudí

En el año 1016, Ibn Hammud desembarca en la ciudad de Malaqa para dirigirse a Córdoba. Allí ejecuta al califa, y se proclama a sí mismo como rey. En 1023 el tercer califa de la dinastía Hamudí se traslada a Málaga.

Este momento de la historia se caracteriza por ser un periodo de gran inestabilidad, donde la única forma de hacerse con el poder era asesinando al califa.

Por ese motivo, todo el territorio antes unificado bajo un mismo rey, se fragmenta en ciudades independientes conocidos como Reinos de Taifas.

En el largo transcurso de ocho siglos en el que los musulmanes se asentaron en la ciudad de Málaga, esta pasó por diferentes periodos, que a continuación detallamos.

¿Cuándo se construyó La Alcazaba y qué finalidad tenía?

Es en este periodo de gran inestabilidad e inseguridad, cuando se decide construir la Alcazaba de Málaga.

Es por eso que, a principios del siglo XI, se levanta un muro en la colina del Monte de Gibralfaro, para dotar a la ciudad de una fortificación ante posibles ataques enemigos para hacerse con el poder.

El rey musulmán por su parte, decide construir su palacio en el interior de la fortaleza, para protegerse a sí mismo.

A finales de este mismo siglo, cuando fue construida la Alcazaba de Málaga, el rey Badis que fue quien mandó construir la Alcazaba de Málaga, añade un segundo muro a la fortificación, y se continúa construyendo elementos de la misma que han llegado hasta nuestros días, como la Torre del Homenaje o la Torre de la Bóveda.

En el largo transcurso de ocho siglos en el que los musulmanes se asentaron en la ciudad de Málaga, esta pasó por diferentes periodos, que a continuación detallamos.

- Periodo Almorávide y Almohade

Al morir Badis en el año 1073, y aprovechando una situación familiar que enfrentaba a sus herederos, llegan del norte de áfrica los Almorávides. Estos pronto contaron con el apoyo de la población, que vieron a los Almorávides como posibles salvadores ante los cristianos y los abusos fiscales.

Los nuevos gobernantes basaban su gobierno en el ejército, por lo que deberán acudir a los impuestos a la población para sufragar los altos gastos. La población termina rebelándose contra los Almorávides, y después de 50 años en el poder, los Almohades se hacen con la ciudad en el 1153.

El periodo Almohade se caracteriza por el descontento de la población, pues estos cobran impuestos extraordinarios y, además, no protegen las cosechas ni los medios de vida de los habitantes. Al Ándalus está pues a merced de las incursiones cristianas, que avanzan progresivamente. En época Almohade se construyen y se mejoran partes importantes de la alcazaba. De estos años son las columnas con inscripciones en árabe existentes en la Torre Maldonado.

- Reino Nazarí de Granada

En el año 1237, entra en Granada Arjona Al-Ahmar, dando comienzo al reinado Nazarí. En los primeros años, se vive un periodo de inestabilidad, debido a luchas internas entre musulmanes. Se alternan los momentos de tranquilidad, con momentos de guerras internas, que se ven agravadas por otra parte por el avance y la presión cristiana.

- Conquista Cristiana

Los Reyes Católicos, aprovechando esta situación de inestabilidad, llegan al territorio que comprendía la ciudad de Málaga en aquel entonces, y tras conquistar los pueblos que rodeaban la capital, llegan al Rincón de la Victoria. Desde allí, el rey Fernando envía a un emisario para pactar la rendición de la ciudad. Esta, envalentonada por la buena protección que les ofrecía sus muros, deciden no entregarse.

Es entonces cuando el ejército cristiano se traslada a la capital, asentando su campamento en la actual Iglesia de la Victoria. Se inicia en este momento un asedio a la ciudad musulmana que duraría 5 meses. La medina estaba ocupada por cientos de musulmanes que habían huido de la anterior conquista cristiana en los pueblos de alrededor, y que habían llegado a la capital buscando refugio. Ante la situación de hambruna que se vivía a intramuros, un grupo de comerciantes ricos, encabezados por Ali Dordux, deciden pactar la rendición a cambio de favores por parte de los cristianos.

El 18 de agosto de 1487, la ciudad de Málaga es entregada, haciéndose la entrada triunfal a la misma un día después, el 19. Toda la medina es entregada a excepción del Castillo de Gibralfaro, donde se encuentra el Zegrí, que se oponía a la entrega de Malaqa. Dos días después Hamet el Zegrí se rinde y es hecho prisionero.

La Alcazaba por su parte, es utilizada con fines militares desde la conquista, y hasta el siglo XVIII. En este periodo se lleva a cabo el acondicionamiento al uso por parte de estos nuevos moradores.
Ya en el siglo XIX, una vez abandonada la alcazaba por parte del ejército, las familias más pobres de la ciudad deciden refugiarse en el interior de la alcazaba. Se construyen viviendas aprovechando los muros de la fortaleza, y se habitan las torres y la zona del palacio. Durante más de un siglo, la alcazaba queda relegada a un segundo plano para convertirse en un barrio de viviendas.

Su constante degradación durante este periodo hace que un grupo de malagueños visionarios, encabezados por Juan Temboury, comience a luchar por la recuperación de la alcazaba como monumento histórico de gran importancia para la ciudad.

Juan Temboury fue delegado provincial de Bellas Artes, y a él debemos agradecer, entre otros, que hoy la alcazaba sea lo que es. Gracias a este malagueño, la fortificación fue declarada Bien de Interés Cultural, por lo que, tras esto, las familias tuvieron que ser trasladadas a un barrio con mejores condiciones (aquí no contaban ni con agua, ni luz, ni alcantarillados).

A principios y mediados del siglo XX comienzan los derribos de las casas existentes, y la alcazaba va siendo rehabilitada progresivamente. Con los derribos de la parte palaciega, se descubren los restos del palacio musulmán, que habían permanecido bajo las casas construidas en el siglo XIX. Durante años, los trabajos se centran en la recuperación de los muros y torres de acceso, así como del palacio.

Barrio Castrense o barrio de viviendas.

En la actualidad, aún se siguen llevando trabajos de restauración de partes que aún no están abiertas al público, como el Barrio Castrense. Este es el lugar donde vivían todos aquellos que trabajaban para el rey. Se trata del barrio del siglo XI mejor conservado de España, por lo que todos los esfuerzos ahora se están concentrando en su puesta en valor.

La Alcazaba de Málaga es un tesoro de nuestra historia que, pese a las adversidades y gracias a unos pocos, hemos podido conservar hasta nuestros días. Por eso, y después de haber conocido una parte de su historia, os proponemos continuar la lectura haciendo un paseo virtual por sus muros y torres, hasta llegar al palacio. Síguenos que esto no ha terminado.

La Alcazaba de Málaga en la actualidad.

Como vimos con anterioridad, la Alcazaba de Málaga ha pasado por diferentes épocas, mejores y peores en cuanto a su uso y conservación. Hoy en día, la Alcazaba se ha convertido en uno de los monumentos más importantes, y sin embargo es uno de los menos conocidos de Andalucía. Es el Ayuntamiento de Málaga quien gestiona la Alcazaba de Málaga.

La Alcazaba de Málaga es un tesoro de nuestra historia que, pese a las adversidades y gracias a unos pocos, hemos podido conservar hasta nuestros días. Por eso, y después de haber conocido una parte de su historia, os proponemos continuar la lectura haciendo un paseo virtual por sus muros y torres, hasta llegar al palacio. Síguenos que esto no ha terminado.

Cómo visitar el monumento de la Alcazaba.

Para iniciar la visita a la fortaleza musulmana, hemos de empezar junto a la Plaza de la Aduana, donde se encuentra la Alcazaba de Málaga, y a los pies nos topamos con la entrada . Justo al subir unos primeros peldaños, nos encontramos el busto a Juan Temboury, ese visionario malagueño al que le debemos el placer de poder visitar la fortificación a día de hoy.

Tras él, accedemos a una habitación donde compramos las entradas. La entrada general son 2,20€, y la de estudiante, jubilado o residente, 0,60€. También existe una entrada conjunta para visitar la Alcazaba y el Castillo de Gibralfaro por 3,60€. Al fondo de esta habitación, te recomendamos que eches un vistazo a la maqueta, donde aparecen representados el castillo y la fortaleza, y como se disponen en el Monte de Gibralfaro.

Una vez abandonamos esta sala, con paneles informativos en sus paredes, nos disponemos a acceder al monumento y a saber cómo subir a la Alcazaba de Málaga. Empieza nuestra subida a través de las murallas de la fortificación.
Como comentamos anteriormente, la alcazaba tiene una doble muralla, de dos épocas diferentes. Esto, unido a los numerosos elementos defensivos de la misma, hacía extremadamente difícil su acceso a la fuerza. Uno de estos elementos son las conocidas como puertas y torres en recodo. Estas reciben su nombre del giro repentino del camino, que dificulta y mucho la entrada a la misma.

Por otra parte, existían otros métodos como las dobles puertas, o los estrechamientos del camino. Además, el terreno irregular donde se asienta la fortaleza ha propiciado su construcción adaptándose a este, lo que hace más complicado si cabe el recorrido.

En el camino de subida a la zona del palacio, pasaremos por lugares tan pintorescos como la Puerta de las Columnas, donde se pueden ver columnas y capiteles procedentes del Teatro Romano de Málaga. Y es que los musulmanes reciclaron muchas de sus piezas para la construcción de esta edificación posterior. Es asombroso ver restos de otras culturas anteriores como la romana, en edificios muy posteriores a esta.

Otro de los puntos a destacar es la Torre del Cristo, que le debe su nombre a la capilla que estuvo ubicada en su interior en el barrio del siglo XIX, en cuyo interior se expuso un retablo y un cristo.

Una vez sobrepasada la Torre del Cristo, ya habremos penetrado al interior de la primera muralla. Nos encontramos en una zona intermedia, en la que existen dos caminos. Si giramos a la derecha, un jardín, un bar y la conocida como Torre del Homenaje. En esta zona podremos recorrer parte de la muralla que se acerca a la Coracha, el pasillo amurallado que une la alcazaba con el castillo de Gibralfaro, y que pretendía servir de paso en caso de necesidad para los soldados musulmanes.

Por otra parte, si giramos hacia la izquierda, continuaremos hacia la zona palaciega. Pero antes, debemos pararnos en el silo. El silo era un agujero de unos 5 metros de profundidad excavado en la roca, que servía como frigorífico. Es decir, ahí es donde se almacenaba el grano en caso de ataque. Existían varios silos en el interior de la fortaleza, en los diferentes niveles de acceso, que pretendían dar alimento a las personas que trabajaban y defendían esa zona de la fortificación.

Si continuamos, nos topamos con el Patio de Armas, que recibe su nombre debido a que, en época cristiana, fue donde se almacenó el armamento del ejército. Hoy en día, el patio de armas se ha convertido en un jardín con unas vistas impresionantes a la Bahía de Málaga. Aunque las vistas de hoy abarcan toda la zona del Ayuntamiento, el banco, el antiguo edificio de correos, el Parque de Málaga y el Puerto malagueño, hay que tener en cuenta que hasta mediados del siglo XX, el agua llegaba hasta casi los pies de la Alcazaba, por lo que las vistas eran muy distintas.

Dejando atrás el Patio de Armas, continuamos subiendo por unas estrechas escaleras, que nos llevan a un espacio donde, si nos acercamos a una reja situada a la izquierda del camino, podremos ver las antiguas mazmorras. Estas se situaban entre las dos murallas, ya que, por razones de seguridad para el rey musulmán, estas no podían estar dentro del palacio.

Estas mazmorras eran espacios húmedos de unos pocos metros, donde se encontraban hacinados todos los prisioneros, en unas condiciones de vida más que lamentables. Además, estas prisiones tenían forma de embudo invertido, para que se hiciese más que imposible escapar de ellas. Por otra parte, en esta zona se pueden ver con bastante claridad las dos murallas que rodean la parte palaciega, donde residía el rey y sus más allegados, defendidos por su ejército.

A la derecha de las cárceles, vemos la Puerta de los Cuartos de Granada, ubicada en la conocida como Torre de la Vela. Esta era la puerta que daba acceso a la zona del palacio. Una vez que la crucemos, estaremos dentro de la segunda muralla. A partir de aquí, el camino se vuelve angosto, don giros del camino y puertas que dificultaban que el ejército enemigo pudiese entrar. Hemos hablado de cuán difícil era penetrar alcazaba, y es que esta es la fortificación de la Península Ibérica que más elementos defensivos tiene.

De repente, y siguiendo el camino mencionado, desembocamos en un pequeño espacio con una bañera neo clásica realizada en mármol blanco, que rememora a las bañeras de las termas romanas, pero en este caso a pequeña escala. Subimos unas estrechas escaleras, y nos topamos con los jardines, que sirven como antesala al palacio musulmán. Estos jardines, con un diseño hispano musulmán donde el agua tiene mucho protagonismo. En esta zona, las excavaciones arqueológicas realizadas tras el derribo de las casas del siglo XIX no aportaron ningún dato claro. Tan solo se encontró aquí de aquella época el silo que daba comida a aquellas personas que habitaban la zona palaciega.

Fotos de La Alcazaba: Patio de los surtidores.

En un nivel superior, tras subir por unas escalinatas, nos encontramos de lleno con el palacio. Tras los derribos del barrio, se encontraron los restos de tres hileras de arcos y pórticos. Se trata del pabellón de Arcos lobulados, el pórtico nazarí, y la triple arquería con alfiz.

Tras los trabajos de rehabilitación del monumento, han quedado en pie dos imponentes patios. El patio de los Naranjos y el Patio de la Alberca, que queda presidido por un gran depósito de agua, que tenía la intención de refrescar el ambiente, relajar, y además de servir como espejo para reflejar el edificio.

En las estancias palaciegas se puede disfrutar hoy en día de una exposición de cerámica, donde se comprende el complejo proceso de elaboración de la misma desde sus inicios, hasta que esta era vendida en el zoco. Además, comprobaremos los diferentes usos que tenía la cerámica en aquella época, y conoceremos el barrio donde se fabricaba, conocido como La Fontanella.
Cabe destacar en una de las habitaciones una recreación de un horno, en la que aún se conserva el suelo original del palacio.

Palacio y patio de la alberca.

Otro de los lugares de gran importancia es la Sala de la Armadura Mudéjar. Aquí, lo que primero nos llama la atención es la maqueta de la Alcazaba de Málaga. Pero en realidad, donde más debemos prestar atención es a la techumbre que aún se conserva intacta desde el siglo XVI. Como anécdota, en esta misma sala, se alojó el rey Felipe IV en 1625 en su visita a la ciudad. De vuelta a la armadura, se trata de una techumbre de madera. Esta tiene sección trapezoidal, y queda rematada en su centro por una pieza conocida como almizate, decorada con una piña de mocárabes.

Por otra parte, caben mencionar lugares de interés como la Torre de Maldonado, o las murallas que se abren a modo de balcones tanto en la parte sur, con las vistas a la bahía de Málaga que todo el mundo conoce, y un balcón en la parte norte, donde se avista gran parte del centro histórico de Málaga, desde una perspectiva para muchos desconocida, y desde donde se ven otros monumentos de interés, como la Catedral de Málaga, la iglesia de Santiago, el Museo Picasso o la Plaza de la Merced.

Por último, tenemos la posibilidad de volver a bajar a pie por el mismo lugar por el que hemos subido, o podemos tomar el ascensor que baja y vuelve al exterior a través de un túnel. También se puede acceder a través del mismo, para hacer la visita a la inversa y el coste de la entrada es el mismo.

En definitiva, la Alcazaba es un monumento de gran importancia que no puedes perderte. Un monumento que aún guarda la historia del paso de los años, y que ha llegado hasta nuestros días para que podamos disfrutarlo.

Información de interés que debes saber.

Hoy en día La Alcazaba de Málaga puede ser visitada por cualquier persona, puedes adquirir tu entrada por un precio inferior a 3€, los horarios de visita son los siguientes.

Horario de visita a la Alcazaba:

Del 1 de abril al 31 de octubre: 9:00 a 20:00 h.

Del 1 de noviembre al 31 de marzo: 9:00 a 18:00 h.

La visita a la Alcazaba de Málaga los domingos es gratis a partir de las 14:00 h.

Cerrado 24, 25, 31 de diciembre y 1 de enero.

Precios Actualizados de las entradas a la Alcazaba de Málaga (2020):

Tarifa solo Alcazaba: 3,50 €

Visita Alcazaba y Gibralfaro: 5,50 €

Tarifa reducida (casos acreditados)*: 1,50 €

Tarifa reducida Alcazaba y Gibralfaro: 2,50 €

Tarifa para Grupos +10 personas: 2,50 €

Tarifa para Grupos Alcazaba y Gibralfaro +10 personas: 4,00 €

Tarifa Grupos Escolares: 2,00 €

Tarifa Grupos Escolares Alcazaba y Gibralfaro: 3,50 €

Visita gratis todos los domingos desde las 14:00 hasta cierre.

*Estudiantes, jubilados, desempleados, pensionistas, familias numerosas y niños de 6 a 16 años.

En cuanto a sus bondades, podemos destacar el Arco del Cristo, la Torre del Homenaje o la Plaza de Armas, entre otros. Por otra parte, destacan también sus preciosos jardines, sus vistas al puerto de la ciudad, sus fuentes y sus muros, que hacen que tu mente se transporte a otros tiempos. Por estas razones, La Alcazaba es uno de los monumentos más visitados de Málaga. Pasear por sus calles, explorar sus rincones y perderte entre sus murallas son un placer que no te puedes perder

Cómo acceder a la Alcazaba de Málaga

Para poder disfrutar de la Alcazaba de Málaga, tienes dos accesos. Un acceso trasero que te lleva en ascensor hasta la parte más alta de la fortificación, situado en Calle Guillén Sotelo, y el acceso principal, en Calle Alcazabilla. En esta última calle también está situado el Teatro Romano de Málaga. La Alcazaba está ubicada en pleno Centro Histórico de la ciudad, junto al Palacio de la Aduana y tras el Ayuntamiento de Málaga